Camila tiene 13 años. Desde que nació, una afección genética le impidió disfrutar de las formas, los colores, los matices. Camila es ciega.
Aprendió a desplazarse en forma independiente, recorre los ambientes y rincones de su casa y la escuela sin dificultades.
Al igual que sus compañeros lee y escribe en Braille y la entusiasma saber que en poco tiempo comenzará una etapa nueva en sus estudios: los correspondientes a la escuela secundaria.
Cuando comenzaron a pensar en esta posibilidad, ella y su familia, sintieron temor ante las mayores dificultades que se le presentarían en el futuro.
Si, aunque sabe leer diestramente en Braille, los textos que deberá utilizar no están expresados en ese código. Y para responder en forma escrita ¿cómo hará? Probablemente sus profesores no sepan interpretar el Braille. Y si tiene que buscar información en Internet ¿tendrá que depender de algún compañero o familiar que intermedie entre ella y la computadora?
Afortunadamente los avances tecnológicos cada vez más están haciendo posible acciones que antes estaban limitadas, favoreciendo de esta manera la igualdad de oportunidades.
En la actualidad existen productos que permiten, a las personas con baja visión o sin visión, manipular una computadora.
Camila podrá escribir con el teclado convencional, ya no lo hará sólo en Braille, escuchar los textos sin que alguien los haya grabado previamente, cumplir con sus tareas en forma más independiente, comunicarse a través del correo electrónico o del chat con sus amigos y compañeros sabiendo que no perderá la intimidad de sus mensajes, podrá establecer contacto con otros usuarios en sus mismas condiciones mediante la consulta a listas de distribución y participación en foros.
En la escuela se está preparando aprendiendo a usar un programa Lector de Pantalla, el cual le indica auditivamente toda la información que se encuentra en el monitor de la computadora y también toda aquella que ella introduce y manipula, es decir que borra, copia, pega, resalta, guarda, etc. utilizando diferentes combinaciones de teclas.
En los primeros momentos su maestra le explicó detalladamente cómo eran los diferentes componentes del equipo, le facilitó plantillas táctiles que reproducían la apariencia de la información mostrada en el monitor, le detalló el aspecto de las ventanas, donde se disponían las barras de herramientas, qué efecto se produce cuando se selecciona un elemento de una lista, etc.
También le contó qué es el mouse y qué el puntero del mouse, qué efecto produce, cómo se utiliza; aunque Camila no lo vaya a usar es igualmente importante que conozca este vocabulario tan habitual en quienes utilizan equipos de computación y pueda formarse una idea mental de los dispositivos que se utilizan y de los resultados de su empleo.
Posteriormente comenzó a aprender la disposición de las teclas en el teclado, para lo cual utilizó las teclas J y F (dado que cuentan con un relieve al tacto) como guías, allí apoya sus dedos índice y ubica el resto de los dedos en las otras teclas que, al igual que una competente dactilógrafa, le permitirán escribir con rapidez y corrección.
Realizó muchos ejercicios, en especial con otro programa que fue diseñado y desarrollado para facilitar estos primeros pasos, además de otras actividades más complejas que el mismo software permite hacer.
Se trata del software Lee Todo, cuyas características se pueden consultar en la página web de su creador http://www.proyectoleetodo.com.ar/
También su maestra le proporcionó otro programa muy útil, un lector de texto: Syntext, que lo obtuvo en forma gratuita en la página del Instituto Nacional de Ciegos de Colombia http://www.inci.gov.co/
Como su nombre lo indica, este programa transmite en forma sonora el texto que se va escribiendo o que se desea consultar. Puede hacerlo letra por letra, por palabra, por párrafo, según ella lo decida.
La diferencia con el lector de pantalla es que éste último lee toda la información que está en pantalla, independientemente del software que se esté utilizando, puede leer los datos en una planilla de cálculo, del correo electrónico, de internet, etc, mientras que el lector de texto sólo actúa en su propio entorno, le leerá lo que acaba de escribir o el archivo que acaba de abrir, pero no le será útil si intenta leer una página web.
Existen varios productos comerciales que son Lectores de Pantalla, aunque el que mayor difusión ha alcanzado y es utilizado por personas de todas partes del mundo es el software Jaws.
Estos programas se utilizan en una computadora estándar y se operan con un teclado convencional, no es necesario ningún otro tipo de adaptación, sólo se debe contar con una placa de audio (actualmente todos los equipos la tienen instalada) y unos buenos parlantes.
No siempre las personas ciegas dispusieron de estas herramientas. Al comienzo, allá por los años ochenta, sólo contaban con dispositivos muy rudimentarios y que operaban con gran cantidad de errores. Eran fundamentalmente componentes de hardware que funcionaban con un programa de control instalado a tal fin, por lo cual se las consideraba aplicaciones de bajo nivel. Entre ellos se encontraban los sintetizadores de voz y las salidas para alfabeto Braille.
Recién en los años noventa, en especial a partir de 1995, con el surgimiento de la versión del sistema operativo Windows 95, fue que comenzaron a difundirse y utilizarse más ampliamente estas adaptaciones de software, consideradas desarrollos de alto nivel.
La tarea de los lectores de pantalla es compleja, especialmente en los entornos gráficos de trabajo, tan ampliamente impuestos en la actualidad, ya que deben “entender”, casi adivinar, el contenido de la pantalla que la persona con vista aprecia de una sola ojeada, y transmitirlo al usuario carente de ese sentido de forma comprensible para él.
Es frecuente que los lectores de pantalla encuentren elementos que no “sepan” descifrar, pues la gran mayoría de los programas que funcionan bajo el sistema operativo Windows contiene dibujos que sólo su apreciación visual puede describir.
Además existen otros elementos que le complican aún más su trabajo, elementos irreconocibles que son creados por los autores de aplicaciones que tienen la libertad de inventar componentes nuevos y diseños exclusivos, son un ejemplo la mayoría de los juegos.
Las constantes investigaciones y mejoras que se realizan a estos programas ha permitido el surgimiento de algunos productos más potentes que hasta pueden leer las cartas del juego del solitario que se suministra con todas las versiones del sistema operativo.
Otras ventajas es que permiten el uso de voces diferentes para distinguir entre mensajes de situación como, por ejemplo, "abriendo menú inicio", "saliendo del programa x", "minimizando ventana actual", "escritorio activo", etc.
También posibilitan la descripción pormenorizada de varios de los componentes: decir cuántos elementos tiene una lista de opciones y cuál está seleccionado, qué porcentaje se ha completado en las barras de desplazamiento, etc.
Cuando Camila necesite utilizar los datos de un libro impreso en papel también contará con un recurso para ello. Se trata de los programas Reconocedores Ópticos de Caracteres, habitualmente llamados OCR, del inglés Optical Character Recognition.
Son software similares a los que cualquiera de nosotros utiliza para escanear imágenes y textos, pero acompañados de herramientas especializadas que facilitan la labor de digitalización de los documentos, por ejemplo evitando la definición de límites de exploración o efectuando un contraste automático de colores, y realizando una lectura directa por voz de los documentos.
De esta forma podrá estudiar las lecciones de su libro de texto, igual al de sus compañeros, y en forma independiente, sin recurrir a que alguien se lo lea y grabe para escucharlo todas las veces que lo necesite.
Si además desea disponer de ese texto en Braille, podrá obtenerlo utilizando una impresora de Braille.
Este periférico se conecta directamente a cualquier computadora y sólo requiere un programa o controlador de conversión de datos que le posibilita devolver la información escrita en Braille.
De esta manera Camila dispondrá en Braille de textos que haya digitalizado (utilizando un OCR), que otro compañero, vidente o ciego, haya escrito en la computadora o de información que haya obtenido en Internet.
Algunas de estas impresoras son casi portátiles e imprimen a una sola cara pero también se encuentran en el mercado modelos más complejos que imprimen en forma más rápida, a una o dos cara, en diferentes tipos de papel y que permiten realizar gráficos en relieve.
La mayor dificultad consiste en el costo de estos equipos, lo que hace difícil que cualquier usuario pueda disponer del mismo en su casa, debiendo recurrir, en la gran mayoría de los casos, a la escuela o a alguna organización que trabaje en esta área y posea el equipamiento necesario.
Cuando se trate de tomar apuntes su actividad se facilitará si dispone de alguno de los equipos Tomadores de Notas. Son sistemas rápidos, fáciles de usar y portables, computadoras diseñadas para personas ciegas, totalmente portátiles que utilizan voz interna, teniendo la posibilidad de usarlos con teclado Braille o incorporando uno convencional.
Son pequeños y livianos. Permiten tomar anotaciones y luego recuperarlas en forma auditiva o mediante impresión convencional o en Braille.
Aún queda mucho trabajo por hacer y perfeccionar en este y otros campos. Además de que existan equipos y software adecuados es necesario que los mismos sean accesibles económicamente a quienes los necesitan.
Algunas empresas se han comprometido a contribuir en ese sentido. Como ejemplo podemos citar a Microsoft quien firmó un contrato con la ONCE (Organización Nacional de Ciegos de España) mediante el cual se comprometió a crear un lector de pantalla que se distribuiría gratuitamente con las futuras versiones del sistema operativo Windows.
Se trata del programa denominado Narrator y que se suministra con la versión Windows Vista, de reciente aparición. La dificultad es que está diseñado en idioma inglés y aún no se han desarrollado traducciones al castellano.
Confiamos en que brevemente se realice y pueda ser utilizado por usuarios hispanoparlantes.
Otras alternativas también han sido pensadas, como por ejemplo el lector de pantalla Orca, que se utiliza con el sistema operativo Lynux y es de distribución gratuita, aunque su rendimiento debe mejorarse.
Sin embargo y pese a estos inconvenientes debemos pensar que hasta hace unos pocos años nada de lo que existe actualmente era siquiera imaginable, apostemos a que los diferentes actores sociales contribuyamos a que estas valiosas herramientas estén a disposición de quienes las necesitan.
Les dejamos este video que ilustra sobre el tema
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario